Terapia de ansiedad: tipos, técnicas y hojas de trabajo
Sufrir de ansiedad generalmente implica preocupación, miedo y rumiación sobre el futuro. Tal ansiedad anticipatoria hace que disfrutar de cada momento sea una tarea difícil. Desafortunadamente, los trastornos de ansiedad representan un problema grave y prevalente para niños y adultos en todo el mundo. Es mas los trastornos de ansiedad pueden ser aterradores para muchos, causando síntomas fisiológicos, cognitivos y emocionales.
Aquellos que experimentan ataques de pánico a menudo terminan en la sala de emergencias, creyendo que se están muriendo. También es común que los trastornos de ansiedad ocurran concomitantemente con otros trastornos como la depresión. En el lado positivo, existen varios enfoques terapéuticos efectivos para los trastornos de ansiedad, así como una variedad de técnicas y hojas de trabajo que las personas pueden aplicar por sí mismas.
Si bien la ansiedad cubre una variedad de áreas y puede ser debilitante, es altamente tratable. A pesar de los enormes factores estresantes de la sociedad moderna, hay formas de responder sin sucumbir a graves problemas de ansiedad. Reconstruir esa tranquilidad en una persona es posible gracias a una serie de enfoques de tratamiento psicológico. Ten en cuenta que la ansiedad severa es generalmente más un reflejo de la preocupación por la ansiedad en sí misma que del problema subyacente.
Por ejemplo, una persona con fobia a hablar en público suele estar aterrorizada de parecer un tonto frente a una audiencia debido a sus síntomas de ansiedad (por ejemplo, hiperventilación, vómitos, desmayos, sudoración, tartamudeo, etcétera).
El verdadero problema no es el miedo a hablar en público per se, sino más bien la anticipación de la ansiedad asociada que causa angustia. Es al enfrentar tal ansiedad que las personas a menudo experimentan alivio. Aunque la naturaleza de la intervención debe individualizarse en función del tipo particular de trastorno de ansiedad, los siguientes tratamientos para la ansiedad pueden ser efectivos para muchas personas.
La terapia cognitiva es el tratamiento psicológico más común para los trastornos de ansiedad. Este enfoque implica trabajar con terapeutas para identificar los sentimientos, pensamientos y creencias que afectan la capacidad de un individuo para modificar comportamientos. Por ejemplo, una persona con fobia a los perros trabajaría para descubrir las creencias irracionales que rodean a esta fobia, como el peligro inherente de acercarse a todos los perros.
La terapia cognitiva generalmente se combina con la terapia conductual para abordar las creencias y cogniciones junto con el trabajo hacia formas de cambiar los comportamientos. Por ejemplo, el paciente con fobia a los perros puede intentar acercarse a los perros dóciles mientras trabaja con un terapeuta en sus miedos irracionales. Este es un enfoque conocido como terapia de exposición.
Otra terapia, la hipnosis beneficia a las personas que se enfrentan a la ansiedad. La hipnosis es como la meditación, pero con objetivos añadidos basados en las necesidades del individuo. Puede implicar diversos estados de conciencia durante los cuales se concentra la atención y se desconectan las distracciones.
Es importante destacar que la hipnosis no es una experiencia fuera de control, ya que el paciente tiene poder y conciencia de lo que está sucediendo. Además, sus objetivos son alcanzables dentro de un compromiso de tiempo mínimo.
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